Pasear descalza por la playa, mientras se juega con las olas de mar es la mejor fórmula para estimular la circulación sanguínea y relajar los pies. Sin embargo, la sal del agua, el sol y la arena son los responsables de la deshidratación y de las quemaduras. Por ello, es necesario aplicar protección solar y de vuelta a casa se deben lavar con agua dulce e hidratarlos con generosidad, incluyendo las uñas.
Al igual que el rostro y el cuerpo, durante todo el año, los pies deben tener cuidado diario y específico tras el aseo personal. La exfoliación es importante para reducir las durezas y la eliminación de las células muertas, mientras que la hidratación y la nutrición resultan fundamentales para compensar el déficit de grasa de los pies, además de aliviarles del esfuerzo diario.
Vitamina C, semillas de hinojo, manzana verde, té blanco, leche, flor de yarrow, algas o aceite de árnica junto con las propiedades del abedul o del castaño de indias son algunos de los ingredientes que se utilizan en los tratamientos podales de última generación.
Respecto al esmalte de uñas, la tendencia dice que lo ideal es lucir el mismo tono en las manos y en los pies. El rojo, color tan femenino como sensual que reinó en la década de los 80, se impone y admite la mani-peducura a la francesa, así como las uñas con forma puntiaguda.
Lo último en pedicura se llama ictioterapia y consiste en introducir los pies en un acuario con pequeños peces vivos que mediante suaves y cariñosos mordisquitos eliminan las durezas podales y las células muertas de los talones. No todos los peces realizan este minucioso trabajo, sólo los Garra Rufa se atreven a jugar con los pies.
En un primer momento, la sensación es de cosquilleo. Luego, de placer y trascurridos los primeros veinte minutos en se convierte en una terapia adictiva. "Se trata de un vicio tremendamente estimulante y placentero que se ha convertido en uno de los tratamientos más innovadores para los pies", cuentan desde el centro de belleza madrileño Mi Calle de Nueva York.
La ictioterapia está "recomendada para aquellas personas que padecen soriasis, pero también mejora la calidad de vida de aquellas que padecen los trastornos específicos como insomnio, piernas cansadas o depresión", explican en este centro de belleza.
Con limas a base de diamantes, el centro de belleza Le Petit Salon, propone una pedicura en la que incluye una exfoliación exhaustiva, mascarilla hidratante y un relajante masaje, además de productos nutritivos para las uñas y un baño de esmalte sobre ellas.
Con aceites esenciales y productos ricos en sales minerales del Mar Muerto, Mi Calle de Nueva York realiza un tratamiento exclusivo que comienza por la eliminación de pieles muertes y el corte de las uñas, siempre en línea recta y sin apurarlas demasiado para evitar provocar onicocriptosis.
Después, se continúa con un masaje, con aceite de té verde y blanco, en la zona del pie trabajando a fondo las falanges, el dorso, el tarso, el tobillo y sobre todo se masajea la bóveda plantar. A continuación, se aplica una mascarilla de barro del mar Muerto y se envuelve en un papel transparente para que los pies guarden calor y se finaliza la envoltura con una toalla caliente. Mientras la mascarilla actúa, se le ofrece al paciente una infusión relajante y se le da un masaje en la espalda.
Una vez eliminada la mascarilla de los pies y los restos del aceite de las uñas, con un algodón y se procede a esmaltar. El proceso de esmaltado para los pies es el mismo que en las manos.
Para aquellas personas que sufren hinchazón en los pies, Nails&Co propone una pedicura de efecto frío y a base de mascarillas de algas y arcillas minerales con efecto "antiaging" que va desde la punta del pie hasta la rodilla. El tratamiento, muy recomendado para embarazadas, comienza con la exfoliación de la planta de los pies con arena de la playa, mientras que los dedos de los pies, los tobillos y la pierna hasta la rodilla se eliminan las células muertas con sales marinas y productos ricos en vitamina E y flor de yarrow.
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